Una manera muy práctica para aprender a pronunciar bien es grabar una entrevista de la radio.
Elige, por ejemplo, un minuto de conversación y trata de escribir lo que dicen. Ahora grábate a ti mismo leyendo lo que has escrito y compara tu pronunciación con el audio original. Marca en rojo aquello que veas que has de mejorar y vuelve a intentarlo, hasta que consigas grabarte con una pronunciación parecida a la que grabaste de la radio.