«¿Cuántas cosas materiales necesita una persona?» Esta es la pregunta que ha desafiado a Dee Williams durante años. Tras un viaje a Guatemala hace mucho tiempo, su conclusión es la siguiente: no mucho. Dee vendió su casa, se deshizo de la mayor parte de sus pertenencias, y comenzó a limitarse a tener cerca de 300 posesiones materiales. Luego, construyó una casita pequeña sobre ruedas, la estacionó en el patio de una amiga y comenzó a redefinir sus conocimientos sobre las cosas simples de la vida. En su discurso comparte reflexiones acerca de lo que realmente vale en este mundo.
«We get this one shot at life; we get this one chance to discover our soul. This is something we all share. And I double dog dare you guys as you move forward in your day, as you move forward in your life, to access what it means to be humans and alive today.»
Dee Williams